domingo, 1 de junio de 2008

ICONOCLASTIA

Me propongo hablar hoy a mi reducida audiencia, justo es reconocer su escaso tamaño, de una insólita enfermedad llamada talento creativo, de sus pródromos –permitaseme la licencia, porque se me antoja palabra de poco uso que merece, por que no, aparecer en los textos, lo esdrújulo también es bello, señores-. De su incidencia social, no siempre la que debiera, de su trascendencia y de su indudable aportacion al desearrollo dewl acervo personal y común de los pueblos.
Nada mejor para empezar que una ecuación inducida de mis breves ejercicios de reflexion, sepan que aunque estoy cerca de los cinco lustros es constumbre inveterada en mi fanilia retardar lo mas posible el momento de la maduracion, quizas como endeble recurso de una avidez universal, la de negarse a envejecer. ¿Quién no se ha sentido mordido por ese bicho?. La vanidad quizás sea como la reina matona del mundo paralelo y maravilloso que encontró Alicia al otro lado del espejo. Y les anticipo que el apelativo de “reina matona” es propiedad intelectual de una amiga rondeña, que es quizás el mas preciso y elcouente icono del mas acabado ejemplo de la creatividad en su estado mas puro, mas salvaje e incluso, si me apuran ustedes menos académico. Un salido, Carmen...... bueno............... y también un saludo, ¿Por qué no?.
Bien y ahora les consigno lo prometido: la ecuacion mencionada. “El número de lectores nunca es igual al numero de escritores”. La ovbiedad de este desigualdad es inapelable, definitva. ¿Por qué el talento no es como el sarampión o las paperas, al alcance de todos?. Ah señores, pretender poseer el secreto de este fenomeno ilustra una excesiva ambición. Demasiado para una persona como yo que aún no ha emprendido el trabajo reparatorio y acondicioantorio de la madurez. Pero ¿Qué actitud cabe ante fenomenos como el presente ¿ Qué mejor hacer que rendirse ante la evidencia y dejarse maravillar por las capapcidades mas excelsas de la humana condicion?. No ceguemos las fuentes que manan el agua mas fresca, el agua mas inaudita y sobre todo usemos los transportes públicos, ya tampoco fisguemos por esas mirillas panorámicas que nos permiten dominar la totalidad del descansillo de la escalera.
Bien recapitulemos.
a-) Hay talentos sublimes
b-) Hay ecuaciones que demuestran innegables desequilibrios en ciertas caracteristicas humanas y hay constancia circunstanciada de que ese desequilibrio esta repartido sin ley ni concierto.
El talento brilla con fuegos internos y no necesita ni de la envidida ni del halago para sus destellos pero si merece la gracia del reconocimiento, es esta la grandeza del no tocado por las musas, a quien se le brinda la creacion ajena con generosidad y desprendimiento. La grandeza que paradójicamente se basa en la consciencia de nuestros propios limites.
No hay base biológica que atribuya esta dolencia una mayor o menor incidencia según el gérnero, pero si hay fundamento social o etológico que alimenta la sospecha de que el ordenamiento colectivo de las agrupaciones humanas ha deparado para el sexo femenino un extrañamiento, un forzado ostracismo del campo de la creacion artística. ¿Cuantos escritos no lo fueron por unas reglas c icateras y torticeras?. Esta interrogante perdurara para vergüenza de los constructores de la sociedad milenaria. Vestigios aún quedan de esta aberracion. El talento femenino, realidad inscuestionable sin posible menoscabo, aun molesta a ciertos sectores e individuos. Tengo la suerte de conocer mujeres extraordinariamente creativas, porque con ellas , como con todos los talentos me puedo mover en la cómoda demora del desgustador de la creatividad, que permite la indolencia de apreciar y saborear el merito ajeno con el desfase de todo lector que consume talento sin el trabajo de crearlo. Aún se puede afirmar que el talento femenino que transciende es prodigioso justamente porque ha de pasar los filros de unos miserables cánones que lo cuestionan solo por ser concebidos en femeninos intelectos. Y esto pasa cuando la explosion de belleza es de tal naturaleza que resulta imposible de ser constreñido por la miseria de sociedades misóginas. Y no falta quien se siente obligado a descender de los falsos andamios de una tradicion hipócrita, desde una superioridad basada en la fuerza y la opresion, que son atributos de miserable autoridad para hacer alarde de una generosidad de mérito y entregarse a la pedagogía de corregir aquello que en realidad le supera, pero que incapaz de admitir como superior, recurriendo a los canones, que son el peor de los recursos en muchas ocasiones. A veces pienso que lo mas honrado ante los cánones es el espiritu iconoclasta, eso en ocasiones, otras veces, ¿otras veces?, otras veces pienso lo mismo.
COROLARIO: El talento es enfermedad, pandemia secular del ser humano, y creanme ustedes, tambien afecta a las mujeres. Afortunadamente, porque es agua que tinee peculiar gusto, de la que hemos andado muy necesitados siempre.
“Enfermedad de minorías como el Parkinson”
1 Junio 2008

4 comentarios:

Marina Lassen dijo...

Pedro: me quedan palabras en el tintero, mejor dicho, no entiendo algunas palabras. Decias que para leer mis textos necesitabas el diccionario, yo me quedo trabada en él, leyendo uno tuyo. Debe ser por las diferencias entre el español y el "argentino".
Vos tenes mucho talento.
Saludos
Marina

Marina Lassen dijo...

Te dejé algo en mi blog
Saludos,
Marina

Anónimo dijo...

MARINA TE PROPONGO INTERCAMBIO DE VOCABULARIO, LOS DOS GANAREMOS
EL TITULAR DEL BLOG

miguelvelez dijo...

Breve apunte cuantitativo:

Más de 4.000.000 de enfermos de parkinson diagnosticados a nivel mundial. Más de 100.000 en nuestro pais. Hacen del parkinson una "enfermedad minoritaria mayoritaria" o "mayoritaria minoritaria". Vease mejor con la comparación: cabeza de ratón o cola de león nos podemos ver.

¿no está de acuerdo?

del parkinson más destacaría, creo, la nube de misterio que la fría cuantificación numérica.

En cuanto al talento puede aparecer en cualquier latitud ¿quién le iba a decir al muchacho que cuidaba cabras en el levante español que unos años más tarde escribiría ? :

"No perdono a la muerte enamorada,
no perdono a la vida desatenta,
no perdono a la tierra ni a la nada..."