En la tundra descarnada
dunas llenas de soledad
nievan miles de miradas
que no supieron qué mirar
atrapadas por los hierros de la helada
sin tiempo para fulgores ya
entre brasas de triste escarcha
y quebradas ilusiones de cristal
Hay anhelos muertos bajo la invernada
que no pudieron respirar
bajo las sábanas nevadas
clavadas en la carne del final.
Miles de besos vuelan en bandadas
Huyendo de bocas sin mar
En busca de primaveras arboladas
Y ramajes que besar
2-noviembre:2010
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