miércoles, 11 de marzo de 2009

EL ROPERO

En el armario de los sueños
hay mil vidas colgando de perchas
esperando vestir a muertos
que no llegaron a meta

la feliciidad es una bailarina
que siempre esta mas lejos
hablan musicas las cuerdas mas finas
caderas y rima alimentan el fuego

mares de cabellos crespos
extenuan al viajero
vida y muerte en el eterno torneo

Quien quiere una vida a medida?
para llegar exhausto a la muerte
con la conciencia tranquila
y la mirada cansada e inerte

¿donde estara la fuente?
en la que quisiera beberte

11-marzo-2009

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Realmente Pedro, me inclino ante tu don. Es una maravilla total esto, sería imposible alabarlo correctamente.
Marina

Anónimo dijo...

He tenido que releer muchas veces lo que has escrito, y voy a volver a leerlo muchas más.

Luis

Anónimo dijo...

Gacias Marina, tu comentario me llega por que viene de una persona que en el peor de los casos goza de ese mismo don que dices que tengo.

Luis Fernandez, mi primoo anfibio del Valulengo, el único que comprendio una gracia que hice hace muchos años. Te reto a que recuerdes.
Me puse cinta aislante en los dedos de los piés, que se pudo ver junto a la Charca Jonda cuando nos íbamos a bañar, me preguntásteis por qué me puse éso, y os dije que porque me daban calambres, parece que aun te veom reír.
¿Creés que no me he dado cuenta de que también erees un agraciado por la inteli0gencia de los Neila?. Te confieso que cuando fuisteis a vender joyas a La Garganta imaginé que sus mujeress os dejarían como losd gatos dejan a las sardinas, con el espinazo al aire y la cabeza intacta. Pero tu labia, tu facundia, la imparable hemorragia de palabras las anegó. Sin duda ademas de pelendón, mucho fluido sanguíneo de los fenicios corre por la fontanería de tu sistema circulatorio.
Pedro