domingo, 27 de abril de 2008

EL ARMARIO SIN ANAQUELES

EL ARMARIO SIN ANAQUELES


A ver señores creyentes, ¿no se dan cuenta ustedes que sería sumamente cruel hacer
existir a Dios?. ¿Quién en su sano juicio querría asumir la tutoría de lo más despreciable del ser humano?. No se engañen ustedes en este mundo hay de todo. Somos modelos de twisters, tornados, remolinos furiosos en el que giran el mal y el bien, de forma inextricable, palabra que define aquello que no es susceptible de ser aislado. Pero en el embudo rotan además todos los escombros humanos. Los miedos, el ansia de poder, la traición, la vileza, la sumisión, el abuso, la arbitrariedad o la bajeza que entrechocan con los materiales más nobles que integran lo mejor del edificio humano. La solidaridad, la curiosidad, el sacrifico, la libertad, la abnegación, la amistad o el amor. Vana es la pretensión de meter la mano en el vórtice con mala intención de atrapar solo lo buen. ¿Quién no tiene algo de lo que avergonzarse?. Les confieso que yo soy la mejor persona del mundo, soy humilde, ya lo creo que lo soy y tolerante n o encontraran a nadie que me gane en esta olimpiada créanme, pero aun no puedo comprender, ni mucho menos tolerar que los humanos pretendan tener razón con argumentos que se contradigan con los míos. Esto es de pura justicia. Soy el astro rey de mi propio sistema solar , en el mando yo, y todo esta sujeto a mi santa voluntad, pero les digo más. Como soy el mejor sol de la galaxia, los demás sistemas, lógicamente están o deben estar sujetos a mi fuerza gravitatoria. Que ha de ser prioritaria. ¡Que lindos astros giran en los sistemas ¿eh?. Se llaman mujeres, bonitas estrellas son, pero no son soles, no lo son, no señor, carecen de la generosidad lumínica. En mi calidad de sol todopoderoso, puedo atraer estrellas de otros sistemas y yacer con ellas. Y presumir de ello entre risotadas astrales en las glorietas cósmicas, que llaman bares, donde los soles tomamos unas birras, doradas claro. Y mis carcajadas son supernovas cuando refiero como capto a esta o estotra estrella delante de los mismísimos reflejos del sol al que ella es tributaria.. Les hablo de la caza interestelar donde no hay códigos, bah sólo son estrellas sin brillo propio, cuando alumbran algo es cuando notros los soles las miramos. Otra cosa es si oímos que nuestra estrella entra en campo gravitatorio ajeno. Comprendan ustedes, no se puede sufrir, porque lo que está en tela de juicio es nuestra dignidad solar ¿Qué hacemos? .La eliminamos o expulsamos de nuestro sistema. ¡Ah indolentes estrellitas!! ¡Guardaos de la cólera solar!ª

Pero me he desviado de mi inicial propósito. Desmentir la suprema tutoría de una excelsa y magna voluntad. Otro síndrome que atenaza al ser humano, son las determinadas situaciones que no tienen responsable, por ejemplo una enfermedad. ¡Cómo nos gusta decir que no nos queda otra que la de someternos a divina voluntad! Y aquello tan manido de “los designios divinos son inescrutables”. Dios es responsable de todo, él sabrá por qué. Las circunstancias no achacables a tutoría alguna, nos incomodan. Afortunadamente el variopinto patrimonio humano aparece jaspeado por mentes que no se conformaron, que propusieron su iniciativa personal e indómita. Gracias a ellos el hombre ha arrancado secretos a la naturaleza, los ha desvelado, los ha conocido y por ello ha dejado de temerlos. Pero esta maravillosa dinámica ha chocado no pocas veces con la cerrazón del los cultos y creencias, que sólo han servido para lastrar, ralentizar esta prodigiosa iniciativa. El ser humano que se acoge al paraguas de la fe, es decir, creer por creer sigla persuasión de la razón y la demostración, no deja de renunciar a si mismo como agente aprehensor, descubridor del desafió del universo. Esta es la eterna polémica. El culto no sabe las cosas pero se inventa una cosmovisión sin otra base que la fé. La ciencia desconoce muchas cosas pero no propone absurdos, simplemente lo admite y redobla esfuerzos para la conquista de lo desconocido
Les dejo, pero no olviden el propósito de este escrito, que no es otro que ninguno.
Gracias.

Cierro con una frase que me acabe de acontecer
“Dios es una prótesis para los incapaces o los comodones”
No diré más

Estas reflexiones son para ser archivadas en armarios sin anaqueles


27 ABRIL 2008 (tras la ingesta de poderoso cocido de garbanzos)

2 comentarios:

Anónimo dijo...

No deja usted lugar a dudas.
Su artículo es cerrado y redondo.
Dios debe ser ese/a cajón de sastre de todo lo desconocido.
Que me gustaría poder pedirle cuenta hasta de la gordura garbancera.
Delegar en el voluntades y ruindades, pero el muy esquivo ni existe.
carmen

miguelvelez dijo...

jAJA, post garbancero... un humor muy serio el suyo.
En cuanto a las metáforas me place hacer una pregunta, responda si apetece:
¿ POR QUÉ LE GUSTAN TANTO LAS METÁFORAS GALÁCTICAS?
Aún recuerdo el del astro o planetoide enorme que era un cerdo...