En pleno intercambio de fotos con una amiga, que tiene contrato fijo en el difícil trabajo del ingenio, puesto ganado con absoluto mérito, fue cuando por error repetí una imagen.
-Pedrito (ella insiste en llamarme así a pesar de mi inaudita ferocidad), que te confundes, ésta ya la tengo.
La razón y la verdad estallaron en su sonrisa en semejante afirmación,. Pero la ambición de mi rebeldía es inasequible al razonamiento, aunque esta sea impecable.
-No, nena te confundes. Son iguales en la plástica, pero los que salimos en ella estamos pensando cosas distintas a las de la primera.
Creí que semejante subterfugio me haría merecedor una vez mas de un adjetivo al que ya había acreditado mis derechos anteriormente: -Pedrito, eres un ganso, de la familia de los ánades., con membranas entre los dedos de los pies..
-Pero la mente de Deyanira es de una ambición extremadamente sutil, y va mucho mas allá de lo que bastaría para un ser humano de mente en cadena y masificada.
-¡Que estupenda idea! Plásticas diferentes aún siendo iguales.
Confieso que me sorprendió el alcance que ella encontraba en mis palabras, porque no fue mas que relámpago irreflexivo para defenderme de la inadvertencia de un despiste.
Recuerden ustedes los conceptos kantianos de fenómeno y noúmeno. ¿No caen? No importa, sin duda desayunaron en exceso y ahora lo están pagando, permítanme señores que les recuerde que la demasía, es además de fea disipación, resulta peligrosa por las magnitudes finitas del microondas estomacal. Y que forzar esas frontera puede dar lugar en engorrosas digestiones de boa constrictor. Quedan avisados, luego no se llamen ustedes a engaño. Bien, les hablaba del filósofo de Köenisberg, Inmanolo Kant (como le llamábamos los amigos). Decía este señor que el fenómeno es la manifestación del objeto a través del sujeto, es decir que la realidad del objeto nos utiliza para manifestarse., pero una manifestación solo asequible a las capacidades sensibles del hombre humano. Montar un seminario improvisado sobre tan trascendentalísima materia sería harto prolijo. Y esta brillante cita esta diseñada apara impresionarles a ustedes, no me pidan abundamientos mayores, no sean crueles. Pues bien definido ya el fenómeno nos resta ya el noúmeno. ¿Qué es el noúmeno? ¿Cual es alcance cosmológico del noúmeno? ¿Cómo incide este concepto en la intrahistoria o la vida cotidiana? ¿Qué dirá del noúmeno el Santo Padre en su próxima encíclica? ¿Ha visto alguien mi mechero al que echo en falta desde hace varios días?. Para intentar hacer frente a estos espantosos interrogantes, recurramos antes a la definición que nos da el señor Inmanuel. El noúmeno es “la cosa en sí”, les queda claro ¿verdad amables oyentes?. “La cosa en si” es la naturaleza del objeto prescindiendo del sujeto. Es decir que cuando yo veo la increíble belleza del busto de cierta señorita que es profesora en Madrid, aunque mas que verlo me recreo en él, lo que llega a mi cabeza cerebral procedente de los radares visuales que tengo detrás de mis gafas, es la traducción sensitiva de mis ojos cuando el bellísimo relieve esta a la vista. Peo esto es el fenómeno, adorabilísimo relieve pectoral aludido. Ahora bien, el noúmeno de ese interesantísimo accidente vital, es decir su naturaleza extrahumana resulta inaccesible.
¿Saben ustedes lo que les digo?. ¡Qué se vaya Kant a paseo! Por que me basta y me sobra con la oferta visual de esa señorita, no nos metamos en mayores bizantinismos.
Pues miren ustedes, pude ver un programa de la televisión norteamericana una entrevista a la espectacular modelo Cindy Crawford, que apareció con una holgada blusa de color negro y una falda roja plisada, Con desparpajo y desenvoltura contestaba a las preguntas del presentador, pero si la lujuria tuviera llamas, hubieran saltado los aspersores antiincendios. El conductor del programa iba trocando los zapatos por pezuñas, las gafas por la cuerna, y la virilidad, atrincherada tras la mesa a salvo de miradas escrutadoras. La propia invitada sin complejos, no se racataba ante ninguna de las peguntas. Llegado un determinado momento le entrevistador propone a la entrevistada un juego de cartas en el que ésta se jugará la lencería mas intima. Estaba hermosa de veras dentro de su falda roja, haciendo un perfecto marketing de su principal producto: su realidad espacial.
Bien pues el juego de naipes decidió la derrota de la bella y el triunfo del fauno. Pues la modelo, sin complejo alguno levantóse del sillón, se sitúo tras un bastidor, donde se despojo de la prenda perdida y la arrojó contra el ganador. Cuando volvió a su asiento, aunque, la imagen era la misma, una nueva geometría había hecho acto de presencia, una dimension diferente, específicamente humana, la imaginación, en la que acaba la física y la matemática. Por que aquí nada necesita ser demostrado ni contrastado, se admite por pura infinitud, por mucha que sea la hierba pisada nuevas alfombras vegetales se ofrecen para que las plumas tocadas por la gracia del arte, deje tras de si la vereda marcada para que lo que no saben “pisar la hierba”, y se limitan a chupar rueda de la elite. Son pocos los calígrafos de la belleza pero muchos los ávidos y voraces consumidores
Esa despampanante mujer, con el secreto de su intima desnudez al descubierto marca el arranque de la imaginación, demostrando que la certeza es muy inferior en posibilidades a la mas extravagante o absurda abstracción.
13 septienbre 2007
5 comentarios:
Loboestepario, hoy te busqué en la espesa estepa de internet y topé con lobo distinto, parásito, sanguijuela. Desconozco las razones que te han llevado a usar ese nombre, aunque algo intuyo, en fin, tómalo como aviso a navegantes y cuidado con San Diego.
megustaleer
pido a los amables comentaristas que en adelante se indenitfiquen gracias, si lo tienen a bien
Dejando a un lado los anónimos -los buenos españoles se identifican- voy al grano y hagole pregunta/observación: ¿por qué no se deja de rodeos y dedica posteo monográfico a los senos?. Reconozcome mirón más bien de perfiladas piernas y geografía placentera de espaldas hasta donde pierde ésta el nombre, pero también del tema que siempre trata de colar. Gracias.
Soy capaz de asumir las criticas pero para considerarlas y aún respetarlas es preciso que vayan firmadas, nunca deben atricherarse en el anonimato.
Lobo Estepario
Señor don "Legustaleer" sepa usted que tambien yo tengo un criterio elaborado sobre usted.
Lobo Persuadido
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