Son las personas que se niegan a pisar nieve ya hollada las que saben a donde van. En el instituto, mi amigo Bayon me atrajo por eso. Para llegar al él había que franquear entonces un inmenso lodazal vivo en los días de lluvia. La grande mayoría prefería dar un largo rodeo por un acceso alquitranado habilitado exprofeso, poniendo extremo cuidado en no mancharse. Pronto adopte el sendero de Bayón. Mientras nuestros pasos se tragaban la distancia que nos separaba del Instituto, Bayón me hablaba con absoluta normalidad. El barro se adhería a nuestras botas como el infortunio a la vida, con esa pringosidad que obliga a apelar a los stocks de resistencia y dar un taconazo en la vida para que se desprenda, sin conseguirlo muchas veces. Pues mi amigo Bayon aun estando metido en un inacabable lodazal no perdía capacidad de conversación, solo los heresiarcas hacen cotidiana su discrepancia. A pesar de implicarme como epígono, y al contrario que el heresiarca Bayon yo intentaba seguirle pero no podía enajenarme del instinto de conservación que me impelía a negociar los charcos o las peligrosas rampas. Es más fácil cuando la iniciativa y la responsabilidad son asumida por otros. El ser humano es gregario por naturaleza.
Bayon no era líder de masas pero sí de si mismo y esto suele bastar. En una protesta estudiantil que es río en cuya corriente se deja caer la mayoría, que mantiene la espuma de su militancia a base de la indolencia adolescente, superficial e inherente a las primeras improntas de la identidad, jovialidad y superficialidad pudo verse su proverbial singularidad. Mientras la masa protestataria dirigía su estrepitoso caudal hacia el centro urbano, entre consignas fáciles, mi amigo transitaba por el afluente rebelde y contracorriente en busca de la sierra, como solazándose en sus orígenes. Discrepar también implica el compromiso espacial de ir a la inversa, que llama poderosamente la atención ajena, provocando generalmente comentarios desaprobatorios que esconden una velada admiración
Es esa rara especie de los verdaderos discrepantes. Los Giordano Bruno, Galileo, Oscar Wilde o Charles Chaplin.
Una amiga muy especial, de reciente adquisición, forma parte de esa etnia, sus creaciones llevan la divisa de los rompe cánones. Se señala por su rebeldía y resistencia a no despreciar ningún recurso que sirva para vehicular la vena artística o quizás no, puede que sea justamente todo lo contrario, el arte utilizado como medio de expresión El arte no solo es forma o plástica, quizás sea nada mas el mas hermoso lenguaje tributario del mensaje, de la idea, la reivindicación, la llamada o el testimonio. Y cuando el contenido desborda el sistema de irrigación que la sociedad preparó para canalizar las singularidades, esas inundaciones suelen ser cuestionadas. Algún día me dirás, pequeña hereje, porque los seres humanos que acuerdan reglas de convivencia tienden a condenar ciertas improntas humana dentro del corsé del tabú, por qué individualmente somos mas lúcidos y por qué lo masivo renuncia a esa capacidad analítica . En todo caso no me arrepiento de haber mordido tu anzuelo, aunque presumo que el ser como eres, el expresarte como te expresas, te ocupa tanto que no lanzas anzuelos a nadie de forma deliberada, que te basta, te alecciona saber que no te mientes a ti misma, que ya es muchísimo..En mi caso admito que pude atar el sedal en uno de los dedos de tu pie, que yo mismo puse el pequeño gancho y que mordí, como una pieza que desea ser cazada. Y que cuando salí de las aguas de tus poemas y pase a la cesta de tu capital humano pude ver que había mas, mucho mas.. Todo el que discrepa sabe porque lo hace. Con la sinceridad que a veces supuso finales terribles para el que no comulga. La duda es desde luego la mayor de las certezas humanas. Pero cuestionar lo consagrado como axioma inapelable, eso que lleva el pomposo nombre de canon, obliga a pagar el impuesto de la incomprensión primero, más tarde el desprecio y finalmente la condena. La conveniencia es pura estática y la discrepancia, sobre todo la individual, se mueve con pulsos dinámicos. La grandeza del pensamiento griego esta no en su desarrollo solo sino en la capacidad que tuvieron de desembarazarse de los barrotes de universo propuesto por lo cultos y problematizarlo, desafiando al logos (la razón) humano. Ese fue el tejido de su discrepancia. Es ese el modelo si no a seguir si a admirar, liberarse de los grillos de tradición compulsiva de la moral cristiana y ponerse medias con adornos barrocos, diferentes, penetrando con impulso propio, aislándose de un entorno restrictivo, y describiendo lo que siente con la honradez más virginal, más liberada, más genuina. Ello pasa forzosamente por pisar la nieve que jamás beso pie alguno.
Peor la actitud humana es acomodaticia por defecto, entrópica por inercia. El logos no compromete solo a la naturaleza racional, exige además otro compromiso, el de la constancia y el esfuerzo. El concepto de Dios no es mas que una ilusión masiva, como dice Paul Jonson, un mundo primario y fácil, y las supraentidades que caracterizan a los cultos no son mas que prótesis mentales ideadas, diseñadas para evadirse del compromiso de plantearse el universo como un reto, aunque otro agente hay poderosamente humano, el miedo. Es mas fácil atribuir una erupción volcánica a una supraentidad colérica que embarcarse en estudios geológicos Aliviarse de ese miedo es prioridad máxima, prioridad irracional, porque Dios es irracional o arracional. Como la más fácil alternativa el culto religioso no propone sino que impone su hipótesis, paradójicamente de forma compulsiva y excluyente, Una propuesta cosmológica que no soporta contratación alguna se presenta impositiva. Ahí radica la perversidad del culto, sobre todo si es monoteísta, la imposición resulta agobiante. No pienses, no analices, solo cree.
DOMINGO 30 DICIEMBRE 2007
3 comentarios:
Muchos de nosotros caminamos por lugares de difícil tránsito, muchas veces también sin porponérnoslo.
Otros, o en otros temas, podemos elegir entre el camino sin asperesas de lo que dijeron o creyeron otros, o el escarpado que implica el aventurarse a ser lo que se es, sin dobleces.
Creo que todos somos humanos, y bien vale la pena, conocer más profundamente al otro, conocer que hay detrás de esas letras, darnos una oportunidad de ver la complejidad que cada uno tiene, nuestros muchos matices, entendernos...
cariños.
Pauly
querido Amigo:
Primero, lamento que nadie más hasta ahora haya comentado tu post. Y espero que el defender cosas que otros pueden considerar poco convencionales, no te traiga complicaciones extras.
Sabes? Seguro yo habría sido del grupo que caminaba con ustedes en el lodazal... Con Bayón y contigo.
Sobre los seres humanos y el tabú.. hay variadas explicaciones a eso. Por ejemplo Freud, a quien cariñosamente llamas "Segis", diría según su texto "totem y tabú", que el tabú del sexo se originó desde épocas muy remotas, cuando las familias vivían en clanes. Y que en estos al relacionarse sexualmente, dentro de su propio clan familiar, observaron como en algún momento, de estas relaciones nacían hijos con alguna alteración, y algunos morían. Actualmente se entiende que esta situación es causa de la genética. Pero en ese entonces, ante el desconocimiento de lo que la ciencia devela, hicieron lo que suponemos... atribuyeron estos "castigos", a fuerzas superiores.
Para que esto no les sucediera en adelante instituyeron esas costumbres como un tabú.
Así se supone que ante cada cosa tomada como tabú, debería haber una explicación razonable que nos señale como surgió... bueno, de ahí a que se tenga claridad de que esa explicación sea contingente y no anacrónica... no tengo ninguna seguridad. Eso es una de las cosas que me gusta develar.
Individualmente es más fácil darse a entender y hasta lograr que vean o asuman tu posición en algo, y además, en muchas ocasiones las personas para criticar a otras con cierta seguridad, se esconden tras la fachada del colectivo social, cualquiera sea este, así pasan a hacer una crítica, desde un protegido anonimato, o bien, con el respaldo de un grupo representativo de las ideas socialmente aceptadas.
Creo sinceramente que no discrepo de la media estadística, solamente por discrepar. Es, o sería más fácil seguir en el mito y no llegar a la razón, pero que no me acomoda esa posición. Pienso que debo entender racionalmente las cosas para luego dar una opinión, y darla asumiendo que no "todos" estarán de acuerdo con ella.
No quiero extenderme más, que ya ha sido excesivo...
cariños.
Pauly
Yo creo en Dios.
Pero mi Fe no encaja en ninguna religion, porque ninguna de estas nos re-liga. Más vale nos divide.
Es que lo que falla es lo humano, porque somos imperfectos.
Para mí, Alá, el Supremo, Dios, como se llame es el mismo en cualquier punto del planeta.
Por medio de la razón se puede llegar a describir, analizar, pero hay ciertas cosas que sólo se pueden creer. Esa es mi humilde opinión.
Y voy por momentos por la nieve pisada y por otros no puedo casi dar ni un paso, hundida en el barro...
Saludos al staretz
M
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