lunes, 24 de septiembre de 2007

VACIOS Y OQUEDADES

Niestzche habla después de su colosal afirmación en la que declaraba la muerte de Dios, que seguía un gigantesco vacío, producido por el colapso de la ilusión masiva mas exitosa de la historia, ubicado en la humana conciencia, Dios. Esa fue la sensación que me sobrevino cuando el Sinemet debilitó al ejército del mariscal Parkinson, que llevaba años sometiéndome a un agobiante y cada vez mas estrecho asedio. Pude respirar finamente, pero el paroxismo de esta victoria me hizo caer en la falsa ilusión de creer que las tropas que me cercaban se habían retirado a sus cuarteles. Para siempre. Nuevamente quedo constatado, cómo los arrebatos humanos, de uno u otro signo, o, si quieren ustedes, las flaquezas, distorsionan la realidad. La modifican, la adecuan al estado anímico de forma tan subjetiva como irreal. El enemigo acusaba menor combatividad por los obuses de la levodopa, pero seguía al acecho, pacientemente, esperando un descuido, que el artillero olvidase cargar las granadas para volver a la insolencia de otros tiempos. Miles de proyectiles han estallado en esta nueva fase de mi conflicto, son ya 15 años, en permanente estado de excepción, nuestro éxito radica en creer que hemos podido ser persona, que no es mal logro. Pero, señores, aquel primer mes de tratamiento, con la ebriedad propia del éxito llegó a persuadirme que estaba a un paso de la salud definitiva. Hoy sé que ésto es imposible. Era tal mi osadía que me llevaba a recorrer mi ciudad de punta a punta con la energía de un centurión romano. Mi auto confianza iba asentando los cimientos propios para enfrentarse a la vida, pero la sensación de un espacio nulo de contenido, de un vacío atrapado entre las concavidades de la sensación, nunca me abandonó, y no tuve tiempo de acumular proyectos, quizás algún ligero esbozo que se transformó en palimpsesto erosionado por los soplos de la realidad. Hubo demasiadas cosas que asumir y el tiempo fue poco, Nuevas guerrillas afectas al ejercito sitiador, de menor cuantía y efectividad, aparecieron con nombres de origen griego o latino. Discinesias, offs, etc. Sus ataques no son determinantes pero si molestos, incómodos. Pero quien vivió el infierno puede sobrevivir en un desierto. Sobrevivir, esta creo que es mi mayor hazaña. Confieso que me gustaría vivir en toda la extensión de la palabra, pero es lujo que no me puedo permitir, Aunque treinta años valen para cicatrizar, siempre eventualmente, mis heridas. Pero amables señores sí me sirvió para bajar de pedestales a quienes subí desde la certeza, muerta ya, de creerme un despojo, un detrito, un presidiario del inframundo de la consideración humana. La gente es, y lo digo poniéndome la toga del juez mas equitativo, vulgar e intrascendente. Hace mucho que dejaron de impresionarme aquellos que se jactan de su éxito en la vida por tener familia y vida profesional, es fácil decirlo, creerlo, desde la salud. Pero algo hay mas grave. El prójimo padece esa jactancia de creerse capaz de poner colores a sus vidas aferradas solo al gris, no dudan en compararse con aquellos que vacilan ante las masa prosaicas tareas que contrapone el vivir. Estas formas de vida caen en la peor de las maldades, aquella que es operativa solo desde el desconocimiento y la omisión. Juzgan sin leer los sumarios, que hacen daños de verdad solo para focalizar una atención que de ninguna otra manera consiguen, gente irrelevante que hace daño de verdad sin importarle lo mas mínimo. Y Esto lo confirmarían la mayor parte de agraciados por la lotería del parkinson. Pero esto se aparta del objetivo de este breve texto cuyo único objetivo radica el hacer notar para el común de las gentes que incluso lo pernicioso, una vez superado, acusa su ausencia.Termino con un saludo par varios amigos que sin duda me entendieron por estar en la misma trinchera, aunque alguno de ellos ha demostrado no ser tan amigo.

Lunes 24 septiembre 2007

domingo, 16 de septiembre de 2007

PETICION DE UN MAESTRO DEL MONOSILABO

Dos frutas coronadas con cerezas
Dos mermeladas que ríen temblando
Dos estrellas de almíbar
Dos pequeños mundos
Como estrellas binarias
Que bailan seducción y caderas
Mirándose ellas y se bañan
desnudas en los estanques del recato
Así son, créeme, así son
También hay azucares para las miradas
Dos limones partidos, de belleza perfumada
También hay aromas para las miradas
Mis ojos las acarician con tacto mudo
También hay besos para las miradas
De tu árbol de Venus como joyeles
dos manzanas, dos zarcillos,
prometen dulce pulpa y lujuria
Que danzan cuando respiras
En mis oídos suenan dos cascabeles
Que me piden que cosa un beso en ellos
Cuando te agachas y te inclinas
a mi me parece que sonríen
explotando con dulce descaro
como un jardin que menstrua
una primavera privada
No siempre la belleza es majestuosa
Como un sol que parpadea sus luces finales
Pero hay dos soles en tu pecho
pequeños destellos se estrellan en mis ojos
y te lo digo alumbrado, confiado
bajo las luces de la verdad
al son de una música amena
¡que preciosas son tus ………….!

Si la belleza tiene mil ojos
En el mapa de F.
En sus dos ……….
Como dos montañas
En la piel de selva de tu estepa
allí están tus dos ……….
Mármol tibio de dureza bailarina
Donde el cincel de mi mirada
talla la belleza de F. .
allí en sus ………

Doimingo 16 septiemb re 2007

sábado, 15 de septiembre de 2007

PERSPECTIVAS ONIRICAS

Estoy condenado a la mas pasiva de las inercias ante un jardín con dos estanque de aguas de tornasoles acaramelados, en ellos se bañan en la desnudez mas adorable dos náyades cristalinas. Pequeña fresa por boca de pulpa fina y promisoria de dulces besos. Una lira de perlas chiquitas, propileo de risas lejanas, de esas que bailan en el horizonte de los sueños. Mejillas toboganes de albino alabastro por el que se deslizan lagrimas y gestos de explosión devastadora fragmentando una seducción que acribilla los parapetos de la mesura.
Pero quiero que mi sueño sepa que soy agradecido, porque, como dijo el otro “sueño luego existo”

Sábado 15 septiembre 2007

viernes, 14 de septiembre de 2007

MIEDO Y CONSCIENCIA

He podido comprobar en dos ocasiones, de forma marcada, tanto que presumo que habrán sido registrados por el bibliotecario indomable del subconsciente, en algún anaquel a salvo de la conciencia, con la enfadosa intención de liberarlo en el momento mas inoportuno produciendo sus réditos de fobias y denteras. Bien pues como decía he constatado que reacciones viscerales e iracundas humanas pueden afectar los vectores del espacio y del tiempo alterándolos en su geometría aparentemente inmutables..
En una fecha cuya concretización se escapó por los desagües del tiempo, mi abuelo Felipe, ordenóme:
_¡Chiquillo!, lleva la burra ahí a Los Adobes.
La orden era clara y directa sin posibles matizaciones. Así que tomé el ronzal del pobre y viejo animal, exhausto por la carga de años y de palos que llevaba encima. Y me dispuse a llevarlo a esa pequeña finca, fresca y umbrosa, ubicada junto a un mediano pozo de riego en el que saciar la sed. Se trataba de una pequeña hembra de asno, desecha por la inexorable lima del tiempo, los malos tratos y los infames caminos de la campiña de esa población. Como yo siempre tuve una predisposición hacia los perdedores, Le cogí cariño, y ni siquiera montaba en ella cuando me apremiaba a ello mi abuelo, especialmente cuando el camino a casa me obliga a levantar la vista por ser rampa cruel, en aquellas empinadas cuestas tenía la sensación de que al triste animal se le caerían los tornillos y se desarmaría en mil piezas. Pues bien, señores, ya me tienen ustedes llevando del ramal a Los Adobes al asno hembra. La finca estaba en los aledaños del pueblo pero había un mediano trecho a salvo de riego lumínico del alumbrado público del casco urbano. El camino era ancho y limitado a ambos márgenes por paredes de piedra, aunque al final debía bajar por una vereda sencillamente inhumana por su feroz inclinación a mas de un ingente guisote de pedruscos sueltos que hacían de ella un plato de problemática digestión para los pies del incauto viandante. Pero señores aún no he puesto en su conocimiento un pequeño detalle que avala por completo mi propósito de convertir esta intrascendente historia en asunto de interés para el humano pensamiento. Todo esto que les cuento ocurría a las 12 de la noche, ¿Qué me dicen ustedes?, manjar nocturno tenemos. Esta especia cambia el plato por completo Ni siquiera pensé en ello, y el primer trayecto del camino no presentó otra novedad que mi encuentro, cara a cara con un sapo de descomunal tamaño. De repente un cacho sombras se descosió del tejido de la noche y mostró criterios propios, desplazándose a base de saltos pesados y observando un rumbo indeterminado. Cuando identifiqué a la extraña criatura como batracio indudable, asombréme ante la cuantía de su tamaño. De primeras no pensé inmiscuirme en su pacifica existencia, pero tal eran sus dimensiones que para que mi hermano me creyera no tenía otra salida que la captura del macrobatracio. Pude meterle en una de aquellas cajas de Cola Cao de lata, de 5 kilogramos, a la que entró a presión, resta decir que cuando mi hermano pudo contemplar de visu el colosal anfibio aun le costó trabajo admitir la existencia de semejante ejemplar. Pero este no es objetivo del relato.
A medida que me alejaba de la iluminación del pueblo podía sentír el frío pegajoso de la oscuridad, glacial y sofocante si se me permite esta imposibilidad cocnceptual. No soy persona miedosa, pero aquella noche aprendí que el miedo no esta en la oscuridad, sino dentro de nosotros. Depende mucho de la actitud mental. Pronto la perdí. Cada árbol parecía ocultar tras su tronco a la mas maligna criatura. Cualquier ráfaga de viento hacia trepidar las ramas y a mi se me figuraba que había sido por el roce de la fauna mas fantástica. Jamás vi. tantos seres espantosamente infernales acechándome con nada tranquilizadores propósitos. Basta que uno se deje avasallar por una realidad diseñada por sus propios miedos para convertirse en víctima de si mismo. La noche es el uniforme de los temores y estos se presentan en sólidas formaciones de combate. Pero como casi siempre las aflicciones humanas nacen y mueren en el mismo sitio, el humano cerebro. Como me pasa a mi mismo, señores circunstantes. Desde niño crecía aureolado por la vitola de listillo, mucha información deposité después por mi cuenta en los anaqueles de la mente, mi mente, la única que tengo. Y esta información puede hacer creer a mi entorno que mi cerebro pueda parecer mejor amueblado de lo que en realidad está. Pero si ahí esta mi posible preeminencia de ahí también arranca mi debilidad. Señores, se lo confieso con la máxima educación. Tengo carencias notables en mi producción de dopamina, esa sustancia reguladora de la neurotransmisión. Es como si las fuentes de Nilo estuvieran en los aledaños de su desembocadura. Grandeza y miserias se dan la mano por pura vecindad. Los extremos metiéndose mano como novios en permanente celo.
Un hombre y un asno pisando las espumas de la noche, y el noble bruto exhibiendo una tranquilidad inasequible a todo razonamiento, A salvo de la especulación gracias a su naturaleza irracional, libre de los réditos de la metafísica. Y el poderoso individuo que le lleva del ronzal, víctima de la superioridad del “sum ergo cogito”, inerme aún con la espada de la razón, haciéndose el harakiri con ella. La conclusión surgió como por generación espontánea: “¡El miedo distorsiona la realidad!”. Pues no tengamos miedo. Mis fosas nasales abrieron sus exclusas y un chorro de frescura liberada entró por ella, luego miré al viejo animal que esperaba pacientemente mientras yo especulaba. Me di cuenta pues que era precisamente cuando él sintiera miedo llegaba justo el momento en que también yo debía sentirlo.. Recordé las historias de lobos que me había contado el abuelo acerca de apariciones espectrales de ese superdepredador y de como los animales, aun sin verlos los presentían, y caían dominados por el pánico cerval
El final de todo el proceso me persuadió de que mi tranquilidad dependía de aquella pequeña bestia de carga que triscaba pausadamente en la hierba que crecía en el borde del camino.
Si les dijera que aquella reflexión me liberó del miedo que sentía les mentiría –humanos somos-. Y nunca se me hizo tan largo el camino hacia la cercana finca como aquella noche nunca temí tanto mirar atrás por no confirmar la presencia de horribles criaturas que salían de la cadena de montaje de mi imaginación desbocada.
Mientras un servidor de ustedes apretaba el paso en busca de las amorosas primeras casas del pueblo almibaradas por las luces glaseé de las bombillas del alumbrado publico. El noble bruto de mi abuelo saboreaba la frescura de la noche, descansaba solazándose sin temor, sin caer en la cuenta de que fabricarse propios demonios esta solo a la altura de la mas racional de las especies

Viernes 14 sepitembre 2007

jueves, 13 de septiembre de 2007

EL OTRO AMBITO

En pleno intercambio de fotos con una amiga, que tiene contrato fijo en el difícil trabajo del ingenio, puesto ganado con absoluto mérito, fue cuando por error repetí una imagen.
-Pedrito (ella insiste en llamarme así a pesar de mi inaudita ferocidad), que te confundes, ésta ya la tengo.
La razón y la verdad estallaron en su sonrisa en semejante afirmación,. Pero la ambición de mi rebeldía es inasequible al razonamiento, aunque esta sea impecable.
-No, nena te confundes. Son iguales en la plástica, pero los que salimos en ella estamos pensando cosas distintas a las de la primera.
Creí que semejante subterfugio me haría merecedor una vez mas de un adjetivo al que ya había acreditado mis derechos anteriormente: -Pedrito, eres un ganso, de la familia de los ánades., con membranas entre los dedos de los pies..
-Pero la mente de Deyanira es de una ambición extremadamente sutil, y va mucho mas allá de lo que bastaría para un ser humano de mente en cadena y masificada.
-¡Que estupenda idea! Plásticas diferentes aún siendo iguales.
Confieso que me sorprendió el alcance que ella encontraba en mis palabras, porque no fue mas que relámpago irreflexivo para defenderme de la inadvertencia de un despiste.
Recuerden ustedes los conceptos kantianos de fenómeno y noúmeno. ¿No caen? No importa, sin duda desayunaron en exceso y ahora lo están pagando, permítanme señores que les recuerde que la demasía, es además de fea disipación, resulta peligrosa por las magnitudes finitas del microondas estomacal. Y que forzar esas frontera puede dar lugar en engorrosas digestiones de boa constrictor. Quedan avisados, luego no se llamen ustedes a engaño. Bien, les hablaba del filósofo de Köenisberg, Inmanolo Kant (como le llamábamos los amigos). Decía este señor que el fenómeno es la manifestación del objeto a través del sujeto, es decir que la realidad del objeto nos utiliza para manifestarse., pero una manifestación solo asequible a las capacidades sensibles del hombre humano. Montar un seminario improvisado sobre tan trascendentalísima materia sería harto prolijo. Y esta brillante cita esta diseñada apara impresionarles a ustedes, no me pidan abundamientos mayores, no sean crueles. Pues bien definido ya el fenómeno nos resta ya el noúmeno. ¿Qué es el noúmeno? ¿Cual es alcance cosmológico del noúmeno? ¿Cómo incide este concepto en la intrahistoria o la vida cotidiana? ¿Qué dirá del noúmeno el Santo Padre en su próxima encíclica? ¿Ha visto alguien mi mechero al que echo en falta desde hace varios días?. Para intentar hacer frente a estos espantosos interrogantes, recurramos antes a la definición que nos da el señor Inmanuel. El noúmeno es “la cosa en sí”, les queda claro ¿verdad amables oyentes?. “La cosa en si” es la naturaleza del objeto prescindiendo del sujeto. Es decir que cuando yo veo la increíble belleza del busto de cierta señorita que es profesora en Madrid, aunque mas que verlo me recreo en él, lo que llega a mi cabeza cerebral procedente de los radares visuales que tengo detrás de mis gafas, es la traducción sensitiva de mis ojos cuando el bellísimo relieve esta a la vista. Peo esto es el fenómeno, adorabilísimo relieve pectoral aludido. Ahora bien, el noúmeno de ese interesantísimo accidente vital, es decir su naturaleza extrahumana resulta inaccesible.
¿Saben ustedes lo que les digo?. ¡Qué se vaya Kant a paseo! Por que me basta y me sobra con la oferta visual de esa señorita, no nos metamos en mayores bizantinismos.
Pues miren ustedes, pude ver un programa de la televisión norteamericana una entrevista a la espectacular modelo Cindy Crawford, que apareció con una holgada blusa de color negro y una falda roja plisada, Con desparpajo y desenvoltura contestaba a las preguntas del presentador, pero si la lujuria tuviera llamas, hubieran saltado los aspersores antiincendios. El conductor del programa iba trocando los zapatos por pezuñas, las gafas por la cuerna, y la virilidad, atrincherada tras la mesa a salvo de miradas escrutadoras. La propia invitada sin complejos, no se racataba ante ninguna de las peguntas. Llegado un determinado momento le entrevistador propone a la entrevistada un juego de cartas en el que ésta se jugará la lencería mas intima. Estaba hermosa de veras dentro de su falda roja, haciendo un perfecto marketing de su principal producto: su realidad espacial.
Bien pues el juego de naipes decidió la derrota de la bella y el triunfo del fauno. Pues la modelo, sin complejo alguno levantóse del sillón, se sitúo tras un bastidor, donde se despojo de la prenda perdida y la arrojó contra el ganador. Cuando volvió a su asiento, aunque, la imagen era la misma, una nueva geometría había hecho acto de presencia, una dimension diferente, específicamente humana, la imaginación, en la que acaba la física y la matemática. Por que aquí nada necesita ser demostrado ni contrastado, se admite por pura infinitud, por mucha que sea la hierba pisada nuevas alfombras vegetales se ofrecen para que las plumas tocadas por la gracia del arte, deje tras de si la vereda marcada para que lo que no saben “pisar la hierba”, y se limitan a chupar rueda de la elite. Son pocos los calígrafos de la belleza pero muchos los ávidos y voraces consumidores
Esa despampanante mujer, con el secreto de su intima desnudez al descubierto marca el arranque de la imaginación, demostrando que la certeza es muy inferior en posibilidades a la mas extravagante o absurda abstracción.

13 septienbre 2007

lunes, 10 de septiembre de 2007

breve pero ¿Intenso? ¡ah señores, alla cada cual!

SI HE DE DISCULPARME POR ESTO, ME DECLARARÉ VÍCTIMA DE MOLESTOSA DISPEPSIA

la belleza es ubicua
mas la belleza apolinea es incuestionable a la óptica
pero la belleza dionisíaca, la que precisa sondeo, no es consultable

COROLARIO:¡Viva la subjetividad que prostituye el gusto con la diversidad!

FECHA 10 septiembre 2007
LUGAR remoto rincon en las estribaciones de la sierra de Béjar
STATUS tension causada por almuerzo prolijo
OBJETIVO experimental

miércoles, 5 de septiembre de 2007

LA EBRIEDAD SIN COMPROMISO

No se engañen ustedes, la vida impone dos axiomas básicos que estamos obligados a observar:
Principio que llamaremos “primero”:
-Debemos saber el espacio que media entre lo que creemos ser y lo que en realidad somos
Y el otro que llamaremos “segundo”
_Debemos asumir el matiz existente entre lo que querríamos ser y lo que somos.
Esperen señores que recupere el aliento.
Y les digo, anticipándome a sus dudas, que pocas personas son capaces de plantearse semejante auditoria. Pero debería ser disciplina obligada para todos, por que el peligro de la superficialidad, de la inconsciencia, de la irreflexión, es espantoso, créanme ustedes, y lo es porque puede distorsionar el concepto que tengamos de nosotros a la baja
De toda la panoplia de adjetivos que pone a nuestra disposición el lenguaje hablado, hay uno que se antoja cruel hasta la máxima extremidad. Su precisión resulta abrumadora. “Patético” es el término al que aludo. Arma de destrucción masiva, porque es sentencioso, inhumano porque no deja refugio al alma de las personas. Si no me creen les emplazo a que se personen en el Burdel de las Palabras , sito en la Real, Academia de la Lengua y requieran los servicios de alguna ramera mas precisa. Conozco el paño señores, pues grande frecuentador de ese lupanar fui, parroquiano conocido por la gobernanta María Moliner.
Se puede ser necio hasta el mas lejano horizonte de la necedad, se puede, no lo duden ustedes. Se puede ser imbécil, arrebañando los restos de la imbecilidad del plato lamiéndolos de forma impúdica. Se puede ser pertinaz, terco y contumaz en perverar en ese achaque humano llamado gilipollez.. Todo es pura veleidad humana y por ello esta contemplado en lo tratados de la humana conducta como efecto secundario de la existencia. No debe sorprendernos la obsesión humana de ser en muchas ocasiones lo que en puridad no se debería ser. Ni importa créanme.
Pero ser patético implica incuria, dejarse llevar en el concepto propio halagado por lo que se cree erróneamente, porque se desea ardientemente. Es abandonarse inacabable tarea de formarse a si mismo, cayendo en brazos de un sueño sin entidad. La búsqueda de uno mismo no acaba cuando se encuentra, o se cree encontrar algo positivamente aleccionador, por que es entonces cuando debería caber la duda del error. El auto halago es placentero pero sumamente peligroso porque puede persuadirnos de que la búsqueda acabó. Y presten atención porque ahora intentare ser brillante a la par que pedagógico.: “Nunca dejen de buscarse a sí mismos por que pueden convertirse en patéticos”.
Nos hemos vuelto comprensivos con los años, y sabemos que el halago en boca ajena es manjar dulcísimo, muy agradable a nuestros radares auditivos, que además gozan de prioridad en el tránsito al cerebro, parece tener sirena propia que obliga a la demás información a ladearse en el arcén y dejar paso. Pero el patético es aquel que. ante la contingencia de que nadie hable bien de él, lo remedia de forma irremediable asumiendo por su cuenta y riesgo solventar lo que considera intolerable injusticia, sin reparar que lo que hace verdaderamente es abundar más en su patetismo.
Para acabar con este post pedagógico dos consejos gratuitos les doy por que me siento munífice esta mañana pero no se acostumbren ¿eh?. Que yo intento no ser patético pero he de hacerles una confesión de alcance. Soy malo y a veces me gusta. Pero esta s otra historia.
Ahí van mis dos consejitos:
_Luchen contra todo conato de patetismo y
_Utilicen los transportes públicos
Gracias.

Miércoles 05 septiembre 2007

lunes, 3 de septiembre de 2007

OPCIONES FORZADAS

Creo que siempre fui un lobo estepario,, que palidece ante la idea de ceñirse a los protocolos de la sociedad humana. Los métodos, los sistemas, las estructuras me hacen sentir mariposas en el estómago. La rebeldía, la improvisación, el pisar la nieve nunca hollada marcan la dirección de mi derrotero, No crean ustedes que es algo elegido, no. Los vaivenes de la vida me zarandearon, como a todos. Cada golpe dejó un cardenal en mis recuerdos, como a todos. Creo que cuando los dientes de hielo del miedo me traspasan me siento masa, me anego en la muchedumbre, como todos. Pero una impronta primaria me domina, la de desmarcarme.
Señores en una ocasión fui a coger una botella de gas butano, noté una catástrofe en el cableado de mis nervios lumbares. Al poco rato el gozne de mi espalda, al menor movimiento, chirriaba con la estridencia del dolor mas agudo. Vino un señor facultativo, palpó mi zona lumbar, la única que tengo. Y emitió un sabio veredicto, con un introito intolerable. “¡Si es que no sabemos coger los objetos pesados!”. Esto me hizo encender las fogatas de la ira mas colérica. Y de súbito aquel sabio galeno se transformo en el mas execrable matasanos. Un relámpago indignado alumbró un pensamiento de exterminio. “Da gracias a que no puedo moverme. Sino…. Te mataría”.- Luego el sabio emitió sabiduría por la esclusa de su boca. “Estarás un par de días sin poder moverte”. Mi rebeldía aceptó el desafío, “eso es lo que tu te crees”. Cuando quedé solo, me agarré convulsamente a la mesa, sentí una aguda puñalada en el costado, fulminante, iba a caer cuando recordé la presunción del mediquillo. Mi ser se amotino, mis dientes se crisparon. Y me dije “Adelante, puedes hacerlo, debes hacerlo”. El edificio se incorporó entre punzantes aguijonazos. Me encontré dolorosamente erguido, pero erguido a la postre. Salí al pasillo, y caminé entre acerbos sufrimientos. Mi madre se asombró a encontrare en el carril para vehículos lentos del pasillo. “Por que te levantas… el médico dijo que……….”. “Precisamente por eso, por que el médico lo dijo”
Recupero el decurso de este escrito volviendo a admitir mi calidad de lobo solitario, aunque hubo un tiempo que lo fui forzadamente, sin alternativas. Cuando uno es obligado a la soledad uno se siente postergado, débil, desamparado. Se beben lágrimas sin que nadie lo advierta, que es el peor de los tragos. No hace mucho descubrí que me gusta la gente, pero creo que nada le importa eso a la gente, sin embargo para mi fue un extraordinario evento, algo realmente sorprendente.
Hace algunos meses me decidí a hacer algo verdaderamente insólito en mi. Contactar con una asociación de damnificados por una entidad carencial con nombre de brigadier escocés. Encontré personas con esta dolencia en común, que también es la mía. La primera conclusión fue espectacular, ¡¡¡¡Somos personas también nosotros!!!!.. Pero cosas mas extraordinarias hubieron de suceder. Yo, el eterno apaleado, el fracasado, el inútil comprobé que había gente pasando por lo que yo pase solo, buscando comprensión y aún consuelo. El eterno cobarde comprobó que su inutilidad proverbial podría ser aprovechable. Me di cuenta que era preciso algo de lo que siempre he huido: implicarse.
Como pasa con todo colectivo, con algunas personas congenié con unas personas mejor que con otras. Recibí los galones de veterano ¿podéis creerlo? Un veterano que se pasó buena parte de su vida a la deriva, en su propio infierno. Pero ¡ay! La lección mas dura aún estaba por llegar. vi. que podía ayudar y lo intenté de la forma mas racional. Intentando limpiar el barro que agobiaba a una persona no advertí que al arrojarlo caía sobre un tercero, después he sido capaz de advertirlo y lo siento de veras. Pero me queda el consuelo de saber que mis intenciones fueron limpias en todo momento.
Señores esta mala comedia llamada vida que muchas veces merece ser silbada presenta unos registros complicados hasta mas allá de la extremidad. Decidido a romper con todo aquello, quebré mi determinación por una persona de corazón limpio. Esta persona es hoy buena amiga y hace que no me arrepienta de mi decisión de no haber huido. Cuento con por lo menos tres personas que hacen que todo valga la pena.
Ellos saben quienes son y no he de decirlo aquí. Sigo implicado, pero no hasta el fondo, por la impronta de lobo solitario que se resiste a desaparecer.
Algún que otro congénere de mi especie se ha cruzado en mi vida, en especial uno, bueno no, uno no, seamos justos con su género, se trata de “una”. Tan sabia como joven, que me dice que se siente anegada por lo que dice mi torrencial verbo, yo no acabo de creerlo. Con veintitrés años no sabe que me enseñó mas de lo que cree. Deje usted su cuadernillo donde apunta la historia de Aníbal Barca y escúcheme. “Con usted aprendí la brevedad” una extraordinaria conquista para alguien que cree que su facundia es ilimitada. No lo es señorita.


Lunes 3 septiembre 2007